jueves, 27 de septiembre de 2012

Arte maorí.

Los Maoríes gustan mucho de la figura humana con estilos particulares, y de motivos geométricos.
Lo más característico de sus representaciones de la figura humana son la boca grande y la lengua triangular. aunque estos elementos no están necesariamente presentes en todas sus representaciones esculturales o bidimensionales.

Los tatuajes maoríes, -algo particularmente característico de su cultura-, se realizan con un cincel, haciendo cortes profundos en la piel, que luego se pigmentan en negro. Los motivos son tribales con espirales, finos y delicados.
Los que se hacían en la cara eran motivo de orgullo para los guerreros, ya que los hacía ver feroces, y atractivos para las mujeres.
Los ancianos tenían muchos más tatuajes, no sólo en la cara o los brazos, podían tener los labios, la barriga y los muslos tatuados. Y los jefes de las tribus podían tener el cuerpo entero cubierto de estos negros espirales.
Las mujeres se tatuaban menos que los hombres. Lo hacían en los labios, con azul, porque se consideraba que éste las embellecía. Podían tatuarse los pechos y las piernas.
El cincel para hacer los tatuajes era de metal o de hueso, y debía penetrar profundamente la carne, aunque los tatuajes podían estar incluso en los párpados.
A pesar de que los motivos eran muy similares en cada persona, ninguno era igual, ya que los tatuajes eran como una marca de identidad.

En el arte maorí también se encuentran técnicas de tallado y tejido, que podían representar leyendas o cosas relacionadas con su religión. Se siguen manejando los espirales y las figuras humanas estilizadas.
Al llegar los europeos a Nueva Zelanda, introdujeron su arte, que adoptaron algunos maoríes, haciendo retratos y demás. Mas, desde el comienzo del siglo veinte se comenzó a traer de vuelta las viejas técnicas artísticas propias de los maoríes, construyendo casas con sus tallados, por ejemplo.



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